A la hora de estudiar el futuro de las bibliotecas, resulta habitual echar mano del método de escenarios: definir una serie de escenarios o situaciones posibles. En vez de plasmar visiones, o qué es lo que queremos que sea nuestro futuro, se intenta proyectar lo que puede ser el mismo, normalmente presentando los escenarios desde muy favorables a muy desfavorables.
En el primer tema de este Máster en Biblioteconomía y Documentación en la Era Digital hemos visto algunos de los estudios que lo han empleado, como el de la Association of Research Libraries, que se distingue por su cuidada elaboración y su guía de aplicación para cada biblioteca. Existen hasta publicaciones sobre cómo elaborarlos¹.
No deja de ser un método bastante aventurado. Exige, al menos, una la captación de opiniones de un número de expertos, con metodología Delphi o similar, o la realización de encuestas masivas entre la profesión, que suele tener una visión sesgada.
Más rápido puede ser el análisis de tendencias. En otros ámbitos se habla de cazadores de tendencias, y esto más o menos es lo que se puede hacer siguiendo metodologías cualitativas. De esta forma, se contaría con la opinión de personas atentas al desarrollo de los acontecimientos del entorno bibliotecario para que:
- Indiquen cómo están evolucionando las bibliotecas y sus servicios.
- Indiquen qué aspectos del entorno pueden tener una influencia o deben ser seguidos por las bibliotecas.
Frente al método de escenarios, se basa más en la información del presente, algo que le puede otorgar más fiabilidad, pero no deja de ser bastante subjetivo. Ambos se pueden complementar y reforzar con métodos cuantitativos. El análisis de datos de uso y estadísticas nos ayuda a anticipar el desarrollo de las tendencias y hacia dónde vamos. Más aún en un momento de pleno desarrollo de la minería de datos y el big data, que son en sí mismo tendencias que debemos seguir.
Por ejemplo, el estudio de la IFLA (IFLA Trend Report) se ciñe a presentar tendencias relacionadas con el ecosistema de la información y, por tanto, básicamente tecnológicas, que pueden influir en las bibliotecas. Por otra parte, el Center for the Future of Libraries de la ALA intenta identificar tendencias relevantes para las bibliotecas, indicando qué son, cómo se desarrollan y por qué son importantes para nuestros centros. Proporciona un listado abierto, en el que cada punto se renueva a medida que surgen novedades.
Esta herramienta resulta especialmente interesante por su actualización y procedencia. Además, han clasificado las tendencias por grandes temas, al estilo del método DEGEST (demografía, economía, gobierno, medio ambiente [environment], sociedad y tecnología), pero añadiendo Educación y dotándolo de un código de colores: “STEEPED – Sociedad [rojo], Tecnología [azul claro], Educación [azul oscuro], Medio ambiente [verde], Política y Gobierno [naranja], Economía [púrpura] y Demografía [amarillo]”.
Entre las tendencias marcadas hay algunas conocidas, como Blockchain, Movimiento maker, Gamificación, etc.; junto con otros tan interesantes como Renta básica o Aulas invertidas (Flipped learning). Conviene seguirla de cerca.
- O’Connor, Steve; Sidorko, Peter. Imagine Your Libraries Future: Scenario Planning for Libraries and Information Organisations Oxford: Chandos Publishing, 2010. 240 p. ISBN: 9781843346005
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